La España de los charlatanes

Fin de una era

Mis 78 años me han permitido vivir dos épocas bien diferenciadas:
La mas antigua de charlatanes y alpargatas (la de Franco), la mas reciente de teléfonos móviles y autopistas (la demócrata).
He vivido el orto y ocaso de Franco y de esta falsa democracia.
Pocas diferencias percibo entre aquella campaña "25 años de Paz"
y los mítines actuales sobre "Libertad y Democracia".
La frase del célebre socialista:
"Las promesas electorales no son para cumplirlas" es la única verdad que, realmente, recuerdo de ambas épocas.
Las mentiras me han sensibilizado los sentidos hasta el punto que cuando las oigo, solo me despiertan una cínica sonrisa.
Si la unidad de España era una obsesión de Franco, el desmembramiento de nuestra patria ha sido una concienzuda labor de los políticos actuales.
Charlatanes, muchos charlatanes, mentiras, muchas mentiras.
Carlomagno, Atila, Napoleón o Hitler era líderes que arrastraban multitudes fanatizadas por ideales.
Actualmente (me refiero a Europa) hay: falsos líderes, con falsos ideales, pero con sofisticadas técnicas de marketing.
Aquellos "románticos" y casi inofensivos charlatanes ha evolucionado a una especie repugnantemente peligrosa y perversa.
El fundamento de la "política moderna" es encarrilar a la plebe y ponerla al servicio del verdadero poder: "El Dinero".
Un poder sin domicilio ni líder conocido, carente de ideales pero con una imperiosa necesidad: un eficaz control del populacho.
Dos tácticas fundamentales ejercen este control:
Los falsos políticos y sus continuas mentiras y una falsa Justicia: torpe, cara, ineficaz y lenta.
Cuando la "Justicia Justa" FUNCIONA, políticos, banqueros, cirujanos, electricistas, barrenderos etc. etc. FUNCIONAN, ya sea por pundonor o por la fuerza.
Cuando la Justicia se dedica exclusivamente, en dictar resoluciones "ajustadas a derecho" perdiendo la perspectiva de "HACER JUSTICIA", la Justicia se corrompe y se convierte en un "bodrio" de miles de leyes y cientos de interpretaciones que convierten lo blanco en negro y viceversa.
Un "canalla, con dinero suficiente" que contrate a un "ilustre y caro, grupo de abogados" tiene enormes posibilidades de salir indemne. A ésto no se puede llamar Justicia.
En este universo caótico, se generan periodos de tiempo con un cierto orden que degeneran nuevamente en el caos original.
Dando por cierto que: Justicia, Política, Economía etc. son estados sociales ordenados, lo que me rodea es justo lo opuesto.
Lo único que mi débil cerebro puede deducir es que nuestra civilización padece el caos propio del "horizonte de eventos" antes de penetrar en el agujero negro de una economía basada en el dinero falso.
Se puede llevar al populacho a un mitin y arrancarles vítores y aplausos; pero ¡¡con la barriga llena!! ......
Tenemos un populacho rebelde, con la barriga vacía. Un poder económico que quiere recuperar desesperadamente su falso dinero y unos falsos políticos saltando, como imbéciles, de un lado a otro sobre una arena que les abrasa los pies. Patético espectáculo que augura el fin de una era.