La política española salió hace tiempo de la zona predecible. Los acontecimientos sorpresivos se suceden uno tras otro desde hace más de tres años. Pablo Iglesias imprimió ayer un nuevo giro a la situación al anunciar por sorpresa, a media tarde, que renuncia a formar parte de un Gobierno de coalición entre el PSOE y Unidas Podemos, aceptando así el veto formulado el pasado jueves por Pedro Sánchez en un programa de televisión. La renuncia de Iglesias abre paso a una negociación que será difícil, agravada por la desconfianza y la premura de tiempo. La negociación entre PSOE y UP para formar gobierno se deberá ampliar después a los demás grupos de cuyo voto depende un desenlace favorable de la investidura, empezando por el Partido Nacionalista Vasco. Conviene ser prudentes –los acontecimientos sorpresivos acechan- pero todo parece indicar que el jueves puede producirse la investidura de Pedro Sánchez como presidente del Gobierno. El gesto de Iglesias refuerza su figura política, cuando estaba a punto de aparecer como el principal responsable del bloqueo de España. Video-semanal del director adjunto de La Vanguardia, Enric Juliana.